miércoles, 15 de mayo de 2013
Contaminación acústica
La contaminación no siempre es física. En masas de agua de gran extensión, las ondas sonoras pueden propagarse a lo largo de kilómetros sin perder intensidad. La presencia cada vez mayor de sonidos de gran potencia o constantes procedentes de barcos, sónares, instalaciones petrolíferas e incluso de fuentes naturales como terremotos puede alterar los patrones de migración, comunicación, caza y reproducción de muchos animales marinos, en especial los de mamíferos acuáticos como la ballena y el delfín.
El fin de la era de la «dilución»
El hombre comienza a percatarse de la insostenibilidad de la filosofía de la «dilución». Muchas leyes nacionales y protocolos internacionales prohíben en la actualidad el vertido de sustancias nocivas en los océanos, si bien su aplicación es a menudo incierta. Se están creando santuarios marinos con el fin de mantener ecosistemas marinos prístinos. Asimismo, se están llevando a cabo iniciativas aisladas que han logrado cierto éxito en la restauración de estuarios y bahías.
El océano es el mayor receptor de contaminantes emitidos por el hombre. Los principales problemas de contaminación marina tienen lugar en los estuarios y zonas cercanas a desembocaduras de ríos. Otra vía de incorporación es a través de la atmósfera. También los vertidos directos de los barcos ya sean accidentales o intencionados. También la explotación de recursos marinos, especialmente en el fondo marino.
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